En 1971, en el noroeste de EE UU, un hombre secuestró y amenazó con hacer estallar un avión de pasajeros en pleno vuelo si no se le hacía entrega de 200.000 dólares. Después de hacer aterrizar el aparato, recibir el dinero y volver a despegar, el hombre, conocido como D.B. Cooper, se lanzó en paracaídas con casi 10 kilos de billetes de 20 dólares pegados al torso.
Tras el suceso, se puso en marcha una de las operaciones de búsqueda más exhaustivas y costosas del siglo XX, pero a D. B. Cooper nunca se le vio de nuevo, ni vivo ni muerto. Si sobrevivió, aquel fue el golpe perfecto; si no, el acto de un demente.
El caso ha provocado la desesperación y la ruina a sus perseguidores durante décadas. Ahora, 45 años más tarde, un equipo de expertos de primer nivel ha invertido tres años y 300.000 dólares para intentar conseguir lo que las autoridades no lograron: encontrar al misterioso delincuente.
FUENTE: Canal Historia